El pecado que mora en mí

Devocional diario. 

"El pecado que mora en mí " 

Referencias bíblicas:

Rom. 7:7-25; 

1Jn.  1: 8-10

Rom. 5:12-21

Gal.    2:20

Is.     35:8

En el capítulo 7 del verso 7 al 24. De la carta a los Romanos, Pablo hace una analogía, sobre el pecado que mora en nosotros. Ciertamente exprésa esta frase: ¡miserable de mí!, ¿quién podrá librarme de este cuerpo de muerte?...

Todos nosotros, la raza humana, nacemos bajo la condenación del pecado, todos nacemos bajo maldición, porque el pecado está en nuestros miembros. Nacemos heredando el pecado en nuestra carne. 

Por la desobediencia de un hombre,(el primer Adán) entro el pecado a todos los hombres. Y por la obedicia de otro hombre,( el segundo Adán) Jesús, somos salvos de la condenación del pecado.

Así que todos nacemos con una naturaleza pecaminosa, y mientras estemos en este cuerpo, esa naturaleza pecaminosa, aún estará con nosotros.

Por ello Juan en su primera carta dice así: El que dice que no tiene pecado, se engaña a su mismo.

Pero gracias damos a Dios nuestro Padre, por Jesucristo su Hijo, nuestro Salvador, porque, por la fe en su nombre, nosotros, todos los que hemos creído en su nombre, tenemos perdón de todos nuestros pecados, somos redimidos, y  Justificados por su sangre; tenemos una vida nueva; somos hechos hijos de Dios; somos hechos nuevas Criaturas. 

Por Gracia somos salvos de la condenación, que es por causa del pecado.

*Y ¿que con nuestra naturaleza pecaminosa?

Pues, por la fe en el nombre de Jesús, hemos muerto a ella, juntamente con Jesúscristo en la cruz del calvario.

Por ello dice la escritura: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí,  y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe, en el Hijo de Dios, quién me amo, y se entregó asimismo por mi.

También dice la escritura: el justo, por la fe vivirá.

*Entonces, ¿como hacemos morir lo terrenal en nosotros.?

El Señor, preparo un camino nuevo, que sería llamado camino de Santidad. En ese camino, ninguno se perdería, por torpe que sea, pues él mismo estaría guiandonos en todo.

Amén

Ps. RodolfoGalvez