La fe de Dios.

Devocional diario. 09
"La Fe de Dios'

Referencias bíblicas:
Rom. 10:17; 1:17
Gal 3:11; HEB. 10:38
Heb. 11:1
Efec. 2:8
Mr. 7:24-30; 11:22-24
Mt. 8:10

Lo primero que tuve que entender es que la fe es un don de Dios, y no es algo que yo puedo producir. Y que Creer, no es igual a fe.
El creer es un acto de nuestra propia voluntad. Es una capacidad Dada por Dios a toda la humanidad, por la cual podemos apropiarnos entre otras cosas, de la fe de Dios, cuando lo recibimos.
La fe, dice la escritura: "es la certeza de lo que esperamos, y la convicción de lo que no vemos" en otras palabras: por la fe, vemos y sabemos lo que Dios se dispuso a hacer, o está haciendo.
Es como un sexto sentido, a través del cual, podemos ver, saber, y entender, lo que Dios está haciendo ó hará. Y nos apropiamos de esta revelación, a través de la capacidad que Dios nos dió a todos los humanos, que es la capacidad de CREER.
La fe, que es la fe de Dios, viene a nuestras vidas, por el oír, y el oír de la palabra de Dios.(rom 10:17)
Asi pues, la fe, viene a nuestra vida a través de su palabra escrita, pero sobre todo, por la palabra remha de Dios.
La palabra escrita trae la fe de Dios a nuestras vidas, cuando Dios nos habla de una manera específica a cada uno de nosotros a través de ella. No puedo yo tomar una parte de la escritura y obrar como si Dios me estuviera mandando hacer esto o aquello, porque si Dios, no me habla específicamente de algo o sobre algo, no tendré la fe revelada a mi vida. Y Dios no respalda lo que Él no manda.
Escuché alguna vez, que algunas personas, llenas de mucha emoción, producto de estar viviendo un encuentro personal con el Dios de la vida, tuvieron un final terrible, por hacer lo que Dios no les mandó hacer.
Ellos tratando de imitar a Elías, y a Eliseo,  trataron de cruzar un río caudaloso, para poder llegar a una reunión de la iglesia. Ellos dijeron, si Dios estubo con Elías, y Eliseo, también estará con nosotros, así que crusemos el río. Y crusaron el río, pero aún cuando Dios podía estar con ellos, el río se los llevo y perecieron, porque Dios no los había mandado a hacer ello. Dios no respaldará lo que Él no envió y determinó hacer.
Entender esta verdad, me llevo muchos años. A pesar que leí sobre esta verdad en un capítulo del libro productores de pruebas del Siervo de Dios: Morris Cerullo.
Entre las preguntas que le hice al Señor estaban el hecho de que Jesús, honró la fe de la mujer sirofenicia. Pareciera que ella produjo esa fe que tuvo, para poder recibir el milagro para su hija. Pero entendí que: Si Dios te da algo, en el siguiente instante, ya no es de Dios, sino que es tuyo. Si yo te regalo algo, en el siguiente instante que te lo doy, ya no es mío, sino tuyo.
Por ello Jesús se refirió a la fe de esta mujer, cómo algo que era suyo. Porque Dios se lo dió, y le pertenecía a ella. Ella le creyó a Dios, por ello obro la fe, en el milagro que ella necesitaba.
La salvación también la obtenemos por la fe en nuestro Señor Jesucristo, y está fe, es un don de Dios. (Ef. 2:8)
Por ello es importantísimo y vital para nosotros los creyentes, que tengamos una vida de intimidad, relación y comunión con nuestro amado Dios y Salvador Jesúscristo. A través de la persona maravillosa del Espíritu Santo. Solo así, obtendremos la fe de Dios, para cada paso y situación que nos toca vivir en su perfecta voluntad.
Amén.
Dios bendiga sus vidas.
Ps. RodolfoGalvez

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