La humildad de nuestro Señor Jesucristo

Devocional diario. 06
"La humildad de nuestro Señor"
Referencias bíblicas:

Mt. 3:17
Fil.  2:2-11
Mt. 11:29
Jn. 5:19; 12:49

Cuan a menudo hacemos cosas, y decimos cosas, motivadas por el orgullo.
El orgullo nació en el corazón de Luzbel, aquel arcangel, lleno de esplendor y hermosura, al que Dios honró dándole una posición y Autoridad como a ningún otro de los angeles creados por Dios, se le había dado.
Pero él se llenó de orgullo en su corazón, y pretendió ser igual a Dios.
Así nos portamos, sin darnos cuenta, cuando pretendemos hacer lo que Dios no nos mandó hacer, o hacemos todo lo que nuestro corazón lleno de orgullo, pretende alcanzar, cuando Dios no está dirigiendo nuestras vidas.
Cuando Jesús fue a ser bautizado por Juan, fue una muestra tal de humildad, que Juan no lo pudo entender, y contedia con Él, diciéndole: ¡soy yo, el que debería ser bautizado por tí, y tú vienes a mí! ¿¡No lo entiendo!?
Juan no entendía, como el Salvador del mundo, que se suponía, venía a salvar a los pecadores de sus pecados, estaba ahora haciendo la cola de pecadores, y venía a ser bautizado por su bautismo, que era un bautismo de arrepentimiento, que era un bautismo para los pecadores.
Juan había dicho y predicado: Arrepentios pecadores, yo os bautizo con bautismo de agua, con bautismo de arrepentimiento.... Y ahora vio a Jesús, al Mesías anunciado, que venía a él, formando la cola de pecadores, al Santo, el que bautizaría con Espíritu Santo y fuego, el escogido para ser el Cordero Santo de Dios, que quitaría el pecado del mundo, esperando ser bautizado por él, aquél de quién él dijo:" yo no soy digno de desatarle su correa de su calzado." Él, quería entender lo que no se le había revelado por Dios. Y Jesús intervino, diciéndole: dejalo así por ahora, es necesario que cumplamos toda justicia. En otras palabras, Jesús le dijo por ahora es necesario que obedescamos lo que el Padre quiere que hagamos. No necesitas entenderlo.
Luego más adelante, Jesús diría: aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.
La humildad de nuestro Señor, estuvo demostrada en qué no hizo nada de sí mismo, ni por si mismo. Él, declaró: Yo no hago nada de mí mismo, si no que lo que oigo al Padre, eso hablo y lo que veo hacer al Padre, eso hago.
Por ello el Padre se agradaba tanto del Hijo, que irrumpia sobre la tierra, declarando: "Este es mi Hijo amado en quién tengo complacencia."
¡Amén, Amén.!
Ps. RodolfoGalvez

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