De revelación en revelación
Devocional diario.
"De revelación en revelación"
Rom. 1:17
Cuando hablamos de la justicia de Dios, hablamos de la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas.
Andar en su justicia, es andar en su voluntad perfecta.
La palabra de Dios nos enseña que en el evangelio, osea en la nueva vida que Dios nos dió, en la cual caminamos a salvación, nuestro andar es de revelación en revelación, osea de fe en fe. Andamos paso a paso en la fe de Dios. Pues el justo por la fe vivirá.
En el momento en que dejamos de vivir de revelación en revelación, empezamos a vivir en la carne. Cuan fácilmente nos pasamos de la vida en el Espíritu, a andar en la carne, cuando no buscamos que Dios guíe nuestras vidas en cada paso que damos.
Esta verdad está graficada en la palabra de Dios a través del testimonio de lo que le sucedió a Pedro estando con nuestro Señor.
Mt 16: 13 - 20
En una ocasión, nuestro amado Salvador, les pregunto a sus discípulos: Quien dice la gente que soy Yo?
Ellos respondieron: unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que Jeremías o alguno de los profetas.
Y vosotros quien decis que soy?
Pedro respondió: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.
Jesús le dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonas, porque no te lo reveló carne, ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos."
Cuando Pedro recibió la revelación del Padre, lo que recibió fue la fe de Dios para su vida, y con ella la certeza y convicción de quién era el Mesías.
Jesús lo honró, y declaró que el testimonio de Pedro, revelado por el Padre, es el fundamento de nuestra fe Cristiana. " ¡Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente ! "
No pasó mucho tiempo después de este acontecimiento, tal vez solo horas, o algunos días, pero vemos que la palabra dice que después de ésto, nuestro Señor Jesúcristo empezó a decirles lo que tenía que sufrir y padecer en las manos de los ancianos, escribas y principales sacerdotes, que le matarían y que resucitaría al tercer día. Mt 16: 21 - 24
Entonces Pedro, lo jalo a un costado y comenzó a reconvenirle, que no hablara así, que no podía pasarle alguna cosa semejante.
Entonces nuestro Señor Jesúcristo le dijo: ¡Quítate de delante de mí satanás,! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en la de los hombres
Cuando Pedro recibió la revelación del Padre, estuvo andando en el Espíritu, de revelación en revelación, en la justicia de Dios, en la voluntad perfecta del Padre, pero cuando miro las cosas como la ven los hombres, cuando bajó la mirada de Dios, no recibió revelación del cielo, sino que el enemigo de nuestra alma, es el que lo motivó y anduvo en la carne, (en su emoción) haciendo su voluntad y no la voluntad perfecta del Padre. Entonces Jesús lo exhortó y fue humillado públicamente.
Nosotros la iglesia de Jesucristo, estamos llamados a andar de revelación en revelación de fe y para fe, cómo está escrito: el justo por la fé vivirá.
Amén.
Ps. RodolfoGálvez
Comentarios
Publicar un comentario