La esencia del Cristiano

Devocional diario.
La esencia del Cristiano
Somos llamados Cristianos porque seguimos a Jesús el Cristo, porque lo hemos recibido en nuestros corazones como nuestro Señor y Salvador, y hemos nacido de nuevo por el poder del Espíritu Santo, y somos llamados hijos de Dios.
La esencia del Cristiano es ser un hijo de Dios, es vivir una vida en comunión, intimidad y relación personal ( compañerismo) con Jesús, el Hijo del Dios viviente y Dios Todopoderoso.
Y la única forma de hacerlo es viviendo en el Espíritu.
Vivir en el Espíritu, es vivir nuestra vida en comunión, intimidad y relación personal con el Espíritu de Dios, y eso solo es posible de espíritu a Espíritu, por ello es vital que lo entendamos. 
No significa que no fallaremos, aunque nuestro espíritu que nació de nuevo, no práctica el pecado, porque no puede pecar, porque es simiente de Dios, y Dios no peca (1 jn 3:8), pero en este proceso de entender, comprender y conocer el inmenso amor de Dios, que sobrepasa todo entendimiento humano, fallaremos muchas veces, hasta que nuestra alma sea sometida al gobierno del Espíritu, y dejé de ser influenciada e influenciable por todo lo externo, por los sentidos naturales, por todo lo que el mundo ofrece, a lo cual estubo habituada.
Mientras nos mantengamos practicando la comunión, intimidad y relación personal con nuestro Señor, nos mantendremos en la meditación de su palabra y la oración. 

Cuando Dios creo al hombre lo hizo tripartitos,  quiere decir que somos 3 en 1. Somos espíritu, alma, y cuerpo.
Y si bien por causa del pecado de Adán y Eva, la muerte llegó a todos los hombres, ( primero la muerte del espíritu, al ser separados de Dios, por causa del pecado, también llegaría la muerte del cuerpo, años después.) Convirtiéndose el hombre separado de Dios, en un alma viviente.
Nuestra alma es el asiento de nuestras emociones, nuestra mente, nuestra voluntad, el conciente e inconsciente se encuentran en ella, asimismo el subconsciente. Nuestra alma está habituada a la influencia del sistema de este mundo, de los deseos de los ojos, los deseos de la carne y las vanaglorias de la vida, y el vivir conforme a ello, es vivir conforme a la carne. Es necesario que nuestra alma aprenda a vivir influenciada por el espíritu, que a su vez se hizo uno con el Espíritu Santo, para que viviendo conforme al Espíritu, pueda hacer morir las obras de la carne. Todo ello es un proceso que puede llevar mucho tiempo o poco tiempo, dependiendo de nuestro deseo de permanecer en su presencia en comunión, intimidad y relación personal con Él.
Por medio de Jesús somos Salvos y nacemos de nuevo en el espíritu, por su Espíritu, y volvemos a los brazos de Dios Padre, quien nos dio su Espíritu Santo, para que nos mantuvieramoa con vida. La vida está en Dios, y se nos fue manifestada a través de Jesús, y hoy tenemos vida por la fe en su nombre, y nos dejó su Espíritu para que pudiéramos permanecer en esta vida.
Por ello lo esencial del cristiano es ocuparse de su espíritu. Cuando nos ocupamos de nuestro espíritu, el Espíritu Santo va transformando nuestra alma y restaurando nuestro cuerpo, que un dia será glorificado.
Pero en ese proceso, el creyente fallara muchas veces, porque el pecado está en nuestra alma y cuerpo, quiénes están muy abituados a vivir la vida pecaminosa. 
A la medida que vallamos conociendo a nuestro Dios, nos iremos rindiendo y dependiendo cadia día más de Él, teniendo intimidad haciéndonos uno con Él, y empezaremos a tener una relación personal, compañerismo, amistad con nuestro amado Salvador, por medio de su Santo Espíritu.
El caminar del cristiano, es un caminar de revelación a revelación, de fe en fe y para fe, pues el justo por la fe vivirá.
Y todo ello lo ha preparado Dios nuestro Padre para todos sus hijos, quiénes somos los justos de esta tierra, por su pura Gracia, por medio de nuestro Señor Jesúcristo quien nos justifico y nos hizo aceptos para estar en la presencia del Padre. Por ello la iglesia está llamada a vivir en la esencia del evangelio, en la justicia de Dios, de revelación en revelación, y todo ello por su Espíritu Santo.
Amén.
Ps. RodolfoGálvez 

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